lunes, 13 de junio de 2011

CUENTAS DE PLATA OTRO AÑO MÁS.

El Real Valladolid desperdició el 1-0 de la ida y el Elche remontó un 0-1 en contra en menos de 15 minutos.

Se acabó. Todos los sueños blanquivioletas se esfumaron con el pitido del árbitro. Todo lo que había costado llegar hasta ahí se fue en un abrir y cerrar de ojos.

Y el Pucela jugará de nuevo la próxima temporada en la Liga Adelante, en la categoría de Plata. Puede que por fallos propios, pero también por todo lo que otros nos han quitado.

Todo se puso de cara con el gol de Óscar en el minuto 23. El global de la eliminatoria quedaba con 0-2 y el Elche necesitaba tres goles. Los más escépticos comenzaban a creer en que el Real Valladolid sería finalista junto al Granada. El Pucela no acababa de asentarse pero tres goles del Elche se veían demasiado lejos.

Antojos del destino hicieron que en el minuto 44, Edu Albácar empatara mediante una falta bien botada que Javi Jiménez se tragó. Hasta ese momento el cancerbero pucelano estaba realizando un buen partido.

El empate a uno ondeaba en el marcador, el Elche tenía que marcar otros dos -es lo que pensaban los blanquivioletas- y el árbitro decidió entonces inventarse el final de la primera parte. Donde todo viviente vió la cabeza de Marc Valiente, Amoedo Chas decidió ver mano, amarilla para el central y golazo de falta de Edu Albácar otra vez.

No dio tiempo para más, bueno sí, para que medio Valladolid se comiera al árbitro, una decisión errónea y muy grave había condicionado el partido. El Elche y su antifútbol iban ganando.

A pesasr del 2-1 el Valladolid seguía siendo finalista. Pero por poco tiempo. El Pucela salió a por el gol explotando el mejor recurso que tiene, las bandas, pero el Elche supo muy bien como anular a Javi Guerra, que lo terminaron por desquiciar.

Una jugada desafortunada en el minuto 57 hizo que los corazones blanquivioletas se congelaran un doce de junio. Un lío entre Javi Jiménez y Jordi acabó en gol de Ángel. Ahora sí que el destino se había puesto en nuestra contra. Todo la ilusión y el optimismo se vino abajo. Los valientes blanquivioletas desplazados hasta el Martinez Valero no dejaron de animar ni un solo segundo. La fe mueve montañas pero cada vez iban siendo más altas y el Real Valladolid parecía no ver la cima.

Con más corazón que cabeza los pucelanos buscaban el gol por todas partes, pero ya la pelotita no quiso entrar. El árbitro, protagonista, pitó el final.

Elche saltaba de alegría y Pucela lloraba de indignación.

Mención aparte merece el árbitro del encuentro, Amoedo Chas. Parecía que quería una final Granada-Elche pues todo iba a favor de los ilicitanos.

El Elche hizo más de 20 faltas hasta que vio la primera amarilla, el Real Valladolid solo dos. Amoedo ve los partidos como quier y según él, las cabezas blanquivioletas son manos. Que si te quieres quedar sin preparador físico, pues Amoedo te lo expulsa por decir la verdad, lo que todos vimos. Hasta el más santo y tranquilo de los blanquivioletas acabó en el vestuario antes de tiempo, Santamaría, el delegado, solo por avisar de que uno del Elche jugaba sin espinilleras.

Señores, esto es neutralidad y objetividad para un árbitro. Al finalizar el partido las declaraciones de los blanquivioletas eran rotundas. 'Todo el trabajo de un año se ha ido a la basura' decía Barragán. Jordi se decantaba por el Granada por todo lo sucedido en el día de ayer. Javi Guerra pronunciaba sus últimas palabras como jugador del Real Valladolid y mientras Sisi lloraba al enfrentarse a los periodistas.

Las lágrimas del pequeño extremo del Valladolid eran las lágrimas que todos los pucelanos de verdad no podíamos contener. Lágrimas de frustración, de indignación, de sensación de robo. Lágrimas de impotencia por no ver recompensado el buen trabajo de la segunda vuelta. Lágrimas de despedida porque el gran grupo humano que se ha creado se esfumará con el mercado de fichajes. Pero todas las lágrimas de ayer de tristeza, se tornarán algún día en lágrimas de felicidad y alegría, porque el que siente el blanquivioleta no aflojará nada de nada, renovará su abono, estará con el equipo en las buenas, pero sobre todo en las malas y seguirá entonando el lema del #aquesubimos porque pronto volveremos a Primera.


Elche: Jaime, Carpio, Samuel, Pelegrín, Edu Albacar, Xumetra, Mantecón, Generelo, Cristóbal (Acciari, m. 63), Kike Mateo (David Sánchez, m. 41) y Ángel (Bodipo, m. 76).


Valladolid: Javi Jiménez, Barragán, Marc Valiente, Jordi, Peña, Nauzet (Bacari, m. 73), Álvaro Rubio, Nafti (Jofre, m. 63), Sisi (Antón, m. 80), Oscar y Javi Guerra.


Goles: 0-1, m. 23: Óscar. 1-1, m. 43: Edu Albacar. 2-1, m. 45+2: Edu Albacar. 3-1, m. 57: Ángel.


Árbitro: Amoedo Chas (Comité gallego). Amonestó a los locales Kike Mateo, Mantecón, Cristóbal, Carpio y Acciari y a los visitantes Nafti, Álvaro Rubio, Marc Valiente, Barragán y Jordi. Expulsó al delegado del Valladolid, Francisco Santamaría.

1 comentario:

  1. Es increíble lo que pasó ayer. Propio de una película dramática, de ver como vas muriendo o mejor dicho como te van matando sin poder hacer nada. El segundo gol es inventado completamente por la falta, pero más inventado todavía ya que esa "falta" viene de un saque de puerta que debió ser un claro córner. Jugar sin espinilleras, quitarse la bota para simular una entrada...Aquí nos robaron dos penaltis, ayer nos metemos dos goles sólos y el otro lo regala el árbitro. Que no pise ese sinverguenza nuestra cudad por que acaba colgado cabeza abajo del conde Ansurez. La sensación de resignación y de impotencia que hoy se respira es sobrecogedora.

    Por ciero, muy buena crónica ;)

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